Versionando Summertime

Si hay una canción que ha sido versionada hasta la saciedad  (con unas 32000 versiones diferentes) es Summertime. La hemos escuchado, silbado, tarareado y hasta cantado, pero: ¿de dónde viene?

Fue George Gershwin quien en 1933 comenzó a componerla con el fin de crear su propio espiritual basado en el estilo afro-americano de la época. El resultado fue una nana que acabaría por convertirse  –  tras el trabajo de los letristas Dubose Heyward, Dorothy Herward e Ira Gershwin – en un aria de la ópera Porgy y Bess (1935).

Después del éxito que cosechó, las versiones se sucedieron, sobre todo en el jazz. Cabe destacar la de Billie Holliday, un año después del estreno de Porgy y Bess.

Otra muy conocida es la creada por la explosiva pareja Ella & Louis, es decir, Ella Fitzgerald y Louis Armstrong.

En 1958, el inquieto de Miles Davis realizó su propia versión, improvisando sobre la melodía de Gershwin.

Una de mis versiones favoritas de Summertime es la de Bill Evans, grabada en 1962. Al igual que Davis, abandona la melodía por momentos para dejarse llevar hasta donde su ausencia le diga.

Tres años después, Albert Ayler descompuso la composición de George Gershwin para crear algo totalmente nuevo: una de sus versiones más arriesgadas y brutales.

Y así pasaron los años para Summertime. Músicos y grupos la versionaron, la distorsionaron y la mitificaron, alejando al oyente de las raíces de aquella nana que acabó por convertirse en una de las más conocidas (y desconocidas) canciones.

Finalizo con la versión de Janis Joplin. En un inicio este post no la incluyó, pero por clamor popular me he visto en la obligación de ponerla.